El Hombre necesita satisfacción sexual ...
De la misma forma en que muchos hombres no entienden las necesidades afectivas de la mujer, la mayoría de las mujeres no entienden cuán importante es la satisfacción sexual para el hombre. Antes que el hombre pueda satisfacer las necesidades emocionales de la mujer, el debe saber que su esposa lo encuentra atractivo sexualmente. Llámalo el doble compromiso o el máximo enredo, pero volvemos al viejo adagio: "El hombre da amor para recibir el sexo, y la mujer da el sexo para recibir el amor". La mujer necesita sentirse satisfecha emocionalmente antes de poder satisfacer las necesidades sexuales del hombre, y el hombre necesita satisfacción sexual antes de responder a las necesidades afectivas de la esposa: la recepción de cariño y atención romántica. El sexo le da al hombre algo más que la satisfacción de sus necesidades sexuales urgentes. El sexo es la confirmación del deseo y el amor de la esposa hacia él, al igual que es una reafirmación de su valor y masculinidad. Sólo cuando su valor ha sido afirmado el puede sentirse viril. Tan grande es la necesidad del hombre de tener satisfacción sexual que Willard F. Harley la coloca en primer lugar en la lista de las cosas de kas cuales el hombre no puede prescindir.
El hombre tiene que sentirse deseado y necesitado. no simplemente tolerado. Algunas mujeres llevan a cabo el acto sexual como si estuvieran pagándole deudas obligatorias a una organización profecional. En una encuesta extensa referente a la sexualidad del hombre, se le preguntó a cientos de hombres por qué les gustaba el coito. La razón que los hombres dieron con más frecuencia de por qué les gustaba o deseaban el coito fue el sentimiento de ser amado y aceptado por la esposa. Sus respuestas fueron resumidas por un hombre que dijo: "El coito reafirma continuamente el estrecho vínculo con mi esposa. Me deja saber que ella me ama. Me da confianza. Me hace sentir deseado".
Hay una conexión vital entre la masculinidad del hombre y su sexualidad. Las mujeres tienden a juzgar las necesidades sexuales del esposo basándose en su propia necesidad. Cuando se le hace caso omiso a las necesidades sexuales de un hombre, cuando la iniciación del sexo es resistida o cuando una mujer tan solo tolera la relación sexual, él siente que su masculinidad misma está siendo rechazada. Esto debilita el sentido de sí mismo. Pero cuando él funciona como debiera funcionar el hombre, con ello reafirma su masculinidad. Al tener relaciones sexuales él le comprueba a su esposa (desde su punto de vista) que la ama.
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